He visitado empresas nacionales y franquicias internacionales muy importantes en mi calidad de consultor y la primera novedad que encuentro es que no cuentan con un encargado de seguridad patrimonial (gerente, jefe, encargado, coordinador, etc), cuando pregunto el porqué de esta condición las respuestas varían desde: …”acá no sufrimos robos…” hasta ….”no lo consideramos necesario…”.

Lamentablemente para estas empresas, cuando se entrega el informe final de análisis de riesgos su realidad es diferente, la precariedad de su sistema de seguridad los hace vulnerables de amenazas diversas y la exposición final que les brindo se inicia con la pregunta: “conoces a alguien que puede desempeñarse como jefe de seguridad?…”

La gestión del riesgo es la clave del éxito del negocio, una buena estrategia de riesgos permite a cualquier organización superar cualquier crisis de mejor manera que aquellas que aún creen que pagar una póliza de seguro es la mejor solución a sus problemas; para conseguir la operacionalización de los riesgos de una empresa se necesita una persona preparada y entrenada para este fin, tan igual como se necesita a alguien encargado de RRHH, operaciones, logística, sistemas, administración, etc, para el éxito de su proceso productivo..

Es un hecho que toda organización formalmente establecida avanza en permanente búsqueda de material humano competente y eficiente que le permita continuar y expandir su actividad empresarial, por esa misma razón es indispensable contar dentro de su plantilla de personal con un encargado de seguridad patrimonial que gestione el riesgo de la empresa desde un punto de vista estratégico, administrativo, operacional y financiero.

La empresa se encuentra enfocada en su proceso productivo, no existe otro norte que optimizar recursos, hacer más eficiente la cadena de producción e incrementar las ventas, principalmente, pero nadie se detiene en evaluar los enormes beneficios que puede aportar al negocio el contar con un encargado de la seguridad patrimonial y mucho menos sus funciones y responsabilidades.

El encargado de seguridad patrimonial de la empresa es el encargado de convertir el riesgo de la empresa en oportunidad, es quien coordina y trabaja con el consultor de seguridad para mejorar las condiciones de la empresa y situarla muy adelante de la competencia, es el coordinador responsable con la compañía de seguros debido al conocimiento de los riesgos de la empresa, es quien asesora y dirige los procesos de contratación de servicios a proveedores de seguridad.

Lamentablemente las grandes empresas encargan la función de seguridad patrimonial al área de RRHH, al área legal y en algunos casos al área de administración, dejando esta enorme responsabilidad en manos inexpertas que no conocen a fondo el negocio del riesgo, las prestaciones de servicios de seguridad, el tratamiento de las aseguradoras, etc, y como la función de seguridad se toma como un cargo colateral su atención a la gestión del riesgo es parcial, poniendo en peligro la continuidad del negocio en el peor de los casos debido a que no se prioriza su impacto, frecuencia y criticalidad.

Si analizamos y medimos mal el riesgo el costo por minimizarlo generalmente resultara mayor y sobredimensionado, restando el aporte de valor a los inversionistas y accionistas con el consiguiente rezago competitivo.

Como conclusión final, resulta de suma importancia contar con un encargado de seguridad patrimonial en la empresa que permita plasmar las oportunidades generadas por la gestión del riesgo en verdaderas estrategias empresariales, controlando su cumplimiento y garantizando las condiciones suficientes para afrontar crisis derivadas de incidentes/accidentes producidos por una débil administración del dispositivo de seguridad existente; además, permitirá a la organización implantar soluciones de bajo costo, emplear tecnología adecuada y ajustada a las características de la infraestructura de la organización, sincerar los costos del servicio de seguridad así como establecer y actualizar procedimientos viables, razonables de acuerdo a las capacidades del sistema de seguridad existente.